


En un arranque de edonismo autoflagelante me decidí a dibujar y publicar esta pequeña historieta, que si bien está hecha con pintorescos dibujitos, la hice como una forma de hacer catarsis y exorcisar algunos demonios. ¿Autopromoción a lo Bonzo?¿Exhibicionismo emocional?¿Marketing malogrado?¿Paradojas espaciotemporales? No lo sé. No me decido.